martes, 26 de agosto de 2014

Highlander

Una crisis sacude pero no mata. Con el tiempo el torbellino se aplaca para pasar luego a la instancia de aprendizaje y autoconocimiento. Esa etapa se debe vivir con regocijo, disfrute y reflexión constante. Cuando te emperras en saltear casilleros, sólo das paso al aturdimiento y la locura. Es una de las pocas cosas que comprendí por lo tanto no le exijo al universo más de lo que me puede dar. Cuando insisto en el chiquitaje viene el cimbronazo de anda saber dónde y me ubica otra vez en el plano “correcto”. Nuevamente cierro otra etapa, despido aquello que supo brindarme felicidad pero que hoy debe partir. Las partidas ya no me duelen me asquean de la rabia. Ni una lágrima formó parte de la despedida, sólo una molestia fuerte y dura en el pecho como un desgarro horrible. Todavía no descifro cuál es el sentimiento que acompaña esa molestia física. Sin embargo, la rabia me da cuenta que todavía falta un largo trecho para que entienda que el dolor también forma parte de la vida y lo debo aprender a procesar de la mejor forma posible. Cada despedida es diferente pero no por eso menos penosa. Personas, circunstancias, objetos… todo tiene un ciclo y todo tiene un cierre, a esta altura del partido puedo aseverar que la eternidad es utópica.  #byepupe

martes, 1 de julio de 2014

vanishing

Te extraño pero entendí que es un acto extremadamente egoísta el hecho de sujetarte a la tierra. Perteneces sin dudas al espacio más luminoso del cielo. La vida, los altibajos, mi angel de la guarda espiritual y mi amigo del alma me ayudaron a comprender que algunas cosas merecen su libertad y desapego. Confío en que vendrá una nueva etapa y más allá que tropiece heredé parte de tu fuerza. Quiero enviarte únicamente sonrisas, sudor producto de nuevos proyectos y lágrimas de objetivos-sueños concretados. Todo va a salir bien, ya tengo el cassette mode on. Calma almita que pudimos y vamos a poder (repetir eso una y otra y otra vez). Con todo lo que te amo y con mi necesidad de tenerte a diario conmigo obvié ingratamente algunos mini logros. En ese momento te devoran las sombras de alguna mente retorcida. Muy lentamente siento que se esfuman, me sueltan y en breve se materializa. 

miércoles, 22 de enero de 2014

Soltar

La palabra del momento o lo que sería para tantísimos snobistas la “it word” es: soltar. Leí muchos artículos al respecto y me parecen de la misma línea marketinera de la nueva espiritualidad berreta que ve la vida desde cualquier arista como un relajo. La palabra marketing tal vez es un tanto peyorativa pero comprendo que no existe ser humano que verdaderamente se encuentre en un estado equilibrado absoluto y continuo. Quizás no pertenezcan a este mundo o tal vez son seres superiores. En fin volviendo a nuestro verbo soltar qué significa desde esa postura extremadamente centrada. Acaso no tener rencores, seguir adelante, no mirar al pasado, obviar eso que me está estorbando… eh?? Por lo menos yo lo interpreté de ese modo, le adjudico eso y alguna que otra cosita más. Creo que tantas revistas femeninas me están empezando a embrutecer, me volví un ser lineal. Estaría bueno que el verbo transmute. Creo que la respuesta sería resolver en vez de soltar. Con el objetivo de seguir adelante es necesario atar todos los cabos que dejaste sueltos en el aire. De esa manera podrías resolver algunos asuntos pendientes y afrontar los posibles estorbos que adeudas. Debes relojear el pasado, no podes darle la espalda de ser así volverías a tropezar con las mismas piedras. Y el rencor? Es un sentimiento arraigado y persistente que desaparecerá cuando resuelvas aquello que te aferra a él. Por ende sólo es posible soltar aquello que no tiene remedio o solución porque eso es lo que entorpece realmente. El resto hay que resolverlo, buscarle un final y en lo posible uno feliz.

sábado, 18 de enero de 2014

No morir en el intento

Los cortes de luz con mil grados a la sombra, el oxigeno viciado y el vientito que a duras penas alcanza ser un estornudo de humedad pueden llegar a ser peligrosos o más aún letales. Los primeros apagones son hasta inclusive simpáticos porque logran conectarme con un costado lúdico que desconocía de mi misma. Mi creatividad se sintió exultante en el segundo y tercer apagón. Desde mi nueva perspectiva (con aire acondicionado de por medio) lo veo todo extremadamente maravilloso o es que no quiero sumarme un nuevo stress a mi papiro de quejas. Ahora bien ayer a la noche, con el cuarto apagón, volví a una casa a oscuras y otra vez ese calor insoportable. Lamentablemente ya no estaba en estado zen como en otras oportunidades. Sin embargo cené a la luz de las velas, me tomé una copa de vino y después salí. Me acosté al lado de mi perra a mirar el cielo con un silencio tan mudo?! Paradójicamente mi celular colaboró conmigo y me permitió escuchar la radio. Ahí estábamos mi perra, la radio y las estrellas, entre la bizarreada y la cursilería. Después de unas horas no existía lo lúdico, lo creativo, lo mágico, ni siquiera mi estado zen. Tras cuatros o cinco largas horitas comenzaba una nueva etapa… las típicas preguntas retóricas que se vuelven filosóficas. Es muy estúpido lo que voy a decir pero encontré mucho más en ese apagón, el silencio mudo, la radio y las estrellas que en todas las ramificaciones autoimpuestas. Difícilmente podría explicar aquello que encontré pero para cuando lo concrete, no creo que sea necesario decir mucho más. Sólo alivio y festejo a tu salud monita.

domingo, 5 de enero de 2014

Cha cha cha changings!!

El balance del 2013 de mucha gente que conozco pidió a gritos un cambio abismal o muchos pequeñitos que movilicen todas las esferas de sus vidas (amor, trabajo, salud, etc.). Nunca nadie está realmente satisfecho con lo que tiene y está bien, de no ser así seríamos un puñado de conformistas. Solía ser una de esas, pedía cambios también pero ya desistí. A veces no puedo con mi esencia y miro inerte algunas cosas que ya se han modificado. Creo que me gustaba aun más como era todo antes. El bendito cambio vino hacia mí y le dio un vuelco a todo sin pedir permiso. El universo evidentemente malentendió mis ansías de mejoría o perfeccionamiento, por altas pretensiones. No le gustó o no entendió mi ambición y me dejó con “esto”. Gracias universo, yo todavía te quiero y por eso espero más de vos. Con lo que quede… soñar no cuesta nada y se DEBE tener mucha esperanza de que se avecina algo mejor, que increíblemente superará lo maravilloso que supo darnos el pasado. [David Bowie-Changes]