miércoles, 11 de diciembre de 2013

Rapto de lucidez

Había un poco de tu sonrisa, otro tanto de tu mirada y ¼ más de tus muecas. Esas cositas minúsculas que me llevan a vos y en eso también el vacio más frío, una ausencia cáustica. Una dualidad traicionera y vertiginosa. Tu recuerdo me parte a la mitad pero a la vez me reconforta. En un rincón resonante quedaron resabios de tus sueños y ahí también comenzaron los míos imitando a los tuyos (después sólo fueron fruto de mi propia inventiva). Tal vez mis sueños eran un poco más grandilocuentes pero creo que en definitiva, esa era tu misión desde el principio. Entendí la idea y me preparé para avasallar aunque jamás estuviste ausente en mis proyecciones. Todo lo contrario. En mis silencios, en mis olvidos y mis tildes… en todo estás vos. En lo más recóndito y lo más tangible me siento en deuda, bah siempre me faltan cinco para el peso (está en mi ADN). Como un gran espectador te encontras expectante por mi zarpazo y siento tu presencia más que nunca. Más allá de la inmensa distancia, espero dibujar tu sonrisa en otro plano. Te extraño horrores monita.