sábado, 27 de abril de 2013
Y van...
Me vuelvo y busco alguna de tus fotos. Ahí aparece ese nudo en la garganta, empieza ese fucking proceso melancólico que me manipula. No existe cosa que lo detenga.
Lo primero que viene a mi cabeza es cuánto echo de menos tu cara y nuestras andanzas. También mi comodidad, los abrazos apretados, tus manos… Mierda esto no tiene fin, puedo hacer una lista: caricias, consuelos, caminatas, explosiones, carcajadas, y puedo seguir infinitamente pero no me atrevo porque el recuerdo me estruja el alma.
Por momentos me sonrío, estoy segura de dónde proviene eso. Aparece entonces ese guiño cómplice, tu compañía y las charlas de madrugada.
Cómo te extraño ma, me gustaría que estuvieras aunque sea un minuto acá conmigo.
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