...no hay vuelta atrás, ya nadie decide tus decisiones, ya nadie escoge por mi.
En este caso la capacidad de asombro conformó una porción ultra mínima. Mi gran impotencia: los interrogantes con contestaciones premeditadas con un fuerte analgésico de farmacia barata. Nada coincide con el todo, debería ser significativa pero su núcleo se radica en lo intracendente y comienza a molestarme.
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