domingo, 13 de enero de 2013
Abandono
Abandona el castigo que te obliga a sentir aquello que todavía no estás experimentando. Abandona tu cabeza sin culpas. Abandona los prejuicios que te exigen una postura retrógrada. Abandona los discursos que ya has memorizado y experimenta la fluidez de la improvisación. Abandona el pasado por más esplendoroso o tormentoso. Abandona a tus oídos y dedicate a observar cada detalle. Abandona las estupideces que te hizo o que dijo porque sólo te carcomen las neuronas. Abandona a ese platónico que justamente por algo es una utopía (ayuda mental: ya es lo suficientemente redundante). Abandona a ese otro imprescindible que siempre te siguió como un perro, no es un lindo accesorio. Abandona a quien te defraudó porque lo volverá a hacer. Abandona la locura ajena que te sumerge en el infortunio.
Abandona el cuerpo y deja que respire tu alma...
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