viernes, 4 de julio de 2008

pedalenado en una ráfaga

-Les escupo en el medio de la cara para que me entiendan o se desentiendan conmigo y sin mi. Ya no tengo chistes para esconder la amargura. Empujenme a la playa o a una renovada estadía lejana a la tempestad...

Acondicionen mis oídos y traten de reconfortarme de la caída. Es mucho en poco tiempo y la verdad es que me está cansando esto de golpearme contra la pared. No se cuántos dados extras me quedan para seguir una vueltita más-

1 comentario:

Unknown dijo...

*Mi corazón quiere volcar palabras...


Mi corazón quiere volcar palabras
al ver tus lágrimas tristes,
pero no puede...
no encuentra las palabras necesarias
no son suficientes esta noche
simplemente, hoy no sirven.
Tu dolor pide un consuelo
que mis labios no pueden darte.
Aparece necesaria la pregunta:
¿qué hago a tu lado
si no te puedo regalar la frescura
de unos pocos versos deshilachados?
Quiero saber entonces:
¿para qué me sirven los labios
si no soy capaz de acercar a tus oídos
las mínimas palabras del alma?
Pero tal vez sucede algo distinto hoy
quizás no es la ausencia de las palabras
lo que está en mí.
A veces debemos aprender
a reconocer aquello que nos envuelve,
el silencio es otra manera de decir algo
el silencio, quizás es a veces la voz del corazón.