Te
extraño pero entendí que es un acto extremadamente egoísta el hecho de sujetarte a la
tierra. Perteneces sin dudas al espacio más luminoso del cielo. La vida, los
altibajos, mi angel de la guarda espiritual y mi amigo del alma me ayudaron a comprender
que algunas cosas merecen su libertad y desapego. Confío en que vendrá una
nueva etapa y más allá que tropiece heredé parte de tu fuerza. Quiero enviarte únicamente
sonrisas, sudor producto de nuevos proyectos y lágrimas de objetivos-sueños
concretados. Todo va a salir bien, ya tengo el cassette mode on. Calma almita
que pudimos y vamos a poder (repetir eso una y otra y otra vez). Con todo lo
que te amo y con mi necesidad de tenerte a diario conmigo obvié ingratamente
algunos mini logros. En ese momento te devoran las sombras de alguna mente
retorcida. Muy lentamente siento que se esfuman, me sueltan y en breve se materializa.